Usuarios que ingresaron

sábado, 16 de abril de 2011

No tengo tiempo.

 "Para todo hay tiempo" dicta el Ekklesiastes.
Dios es perfecto y por lo tanto su creación es perfecta respecto a sus propósitos. El día, la noche y su duración son elementos equilibrados por cuanto Él es equilibrio. Dios tuvo en su propósito tener una distribución de las cargas de manera que el hombre se desarrollara de una manera óptima, determinó un tiempo para trabajar, un tiempo para descansar y un tiempo para dormir. Dios ha tenido la voluntad perfecta de crear un planeta que diera un giro rotatorio de 24 horas, y un translatorio de 365 días, y eso, no es un error.

Alguien me dijo que conforme vas creciendo el tiempo transcurre más rápido, y segun mi percepción, es una sentencia real. Recuerdo mis días cuando era niño, no importaba nada más que jugar, y de vez en cuando hacer un poco de tarea, pero era todo; el día transcurría muy lento, daban las 9 de la noche y yo no me sentía con la mínima intención de ir a dormir, solo quería seguir jugando. Mi única responsabilidad era sacar buenas notas, portarme como un niño decente, y ser feliz, muy feliz (preferentemente). Las vacaciones eran eternas pues lo único que importaba era pasarla bien, todo el tiempo era diversión, y dedicar una hora al día (a veces menos) a la lectura o al estudio. Entonces no era problema el tiempo, era lo que sobraba más en aquellos días. Ansiaba crecer para poder salir solo a la calle, para manejar mi propio auto, para tener una linda novia como las de la tele, para ser alto y tener barba, para que en la calle me dijeran "Señor", para poder ver películas clasificación C, para trabajar y tener mi propio dinero, para ya no ir a la escuela... sin embargo, ahora las cosas han cambiado. Hoy soy mayor y puedo salir del país solo; tengo mi propio auto pero odio manejar; no tengo novia, y tampoco intenciones ni ánimo de una; tengo una barba que debo cortar diario, combinado con una piel muy sensible (es molesto); soy alto, pero sé que ya no creceré más; algunas veces en la calle me dicen Señor, en el trabajo todo el tiempo me llamán así (o también me dicen "licenciado") eso me gusta; puedo ver películas clasificación C, pero francamente, no se me antojan; tengo un trabajo que me absorbe todo el día, pero me encanta y lo disfruto muchísimo; soy profesionista, pero creo que nunca dejaré de ir a la escuela; el tiempo transcurre cada vez más rapido, los días se me van como agua, las semanas, los meses... pero de vez en vez me tomo un respiro para charlar con un buen amigo, tomarme un café conmigo mismo a solas, disfrutar un buen libro, darme un videojuego, y sobre todo disfrutar momentos de intimidad con mi Dios, platicarle cuánto le amo, y gozarme en su palabra.
Algunos días pienso: "no tengo tiempo", pero inmediatamente me cae un ladrillazo del cielo y me muestra la bondad de mi Dios al saber que todo lo que hago es respaldado por Él, y eso, mi hermano, es una enorme satisfacción. A veces quisiera tener más tiempo, pero medito, y llego a la conclusión de que lo mejor es optimizar el poco/mucho con el que cuento.
No sé si hoy el tiempo me sea suficiente, no sé si me alcancen los minutos para realizar todos los planes que tengo en mente; solo sé que HOY quiero disfrutar mi día como si fuera el último, de manera que, si mañana no amaneciera, moriría satisfecho al saber que hoy valió la pena vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario