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sábado, 26 de febrero de 2011

Nunca rendirse. (Dedicado como un pequeño y humilde homenaje a mis hermanos de Juventud Acción Misionera y a mi amado Padre Horacio Pérez: compañeros de batalla, parte de mi inspiración diaria, y ejemplo a seguir. Les amo y admiro amigos)


Es viernes por la noche, el plan: ir al cine con mi hermano Daniel y mi hermana Pamela. En principio la idea era ver “El discurso del rey” por aquello de las nominaciones que trae y el cartel que porta. Llegamos al cine retrasados para entrar a ver la película deseada, y decidimos buscar otra película. No tuvimos opción, solo quedaba el estreno de “127 hours”; con ello comprendo la afirmación de que “nada sucede por casualidad”.
Entramos a la sala, sin verdaderas ganas de ver dicho filme, pero ya estábamos ahi, solo restaba disfrutarla. Comienza la película. El inicio, bien; la música y la fotografía comienzan a llamar mi atención. Siempre he creído que la música juega un papel importante en la ambientación de cualquier composición audiovisual, y en este caso ignoro si técnicamente sea muy buena, pero en lo personal me gustó. La historia se va desarrollando bien, pero el inicio del momento de la película se da muy rápidamente; comienzo a preguntarme: ¿estaré viendo durante una hora quince a un tipo atrapado en un hoyo? Aburrimiento. Sin embargo, confieso que hice una declaración muy anticipada y prematura. El 80% de la película se desarrolla en el mismo lugar y con la misma persona, pero me mantuvo atento todo el tiempo. Sería de mal gusto hablar de el final de una película que la mayoría no ha visto. El desenlace: lloré, literalmente lo hice, lloré a cántaros, sollocé y sentí ese nudo en la garganta que te lleva inevitablemente al llanto. Salimos de la sala, mi hermana pregunta: ¿lloraste?; yo menéo la cabeza afirmativamente. Camino veinte metros y me siento en una banca. Mi hermana se sienta a mi distra y le pregunto: -¿escuchaste el mensaje, o solo era para mí? A lo que ella contesta sin pensarlo, así, al momento, sin preguntar absolutamente nada: -Solo era para tí. Comienzan a navegar por mi mente ideas, palabras, una voz; y lo único que ansío es conducir rápido a mi casa para escribir todo lo que pasaba por mi mente en esos momentos. Entro a mi casa, tomo mi laptop, y comienzo a escribir espontáneamente, sin pensar en la estructura literal, sin detenerme a corregir nada, simplemente permití que las palabras fluyeran por mis manos. Pido una disculpa anticipada si encuentran un desorden literario ó gramatical en el siguiente texto; digamos que fue algo escrito en una sola toma, sin cortes ni edición, y esto fue lo que resultó:

Nunca rendirse.
Camina, corre, salta, aletéa, pero nunca te rindas. Habla, no pares de hablar porque el habla es la proyección del alma misma. Nunca calles. Los sentimientos salen como pájaros, como aves ansiosas de encontrar el nido perfecto, y ¿quién soy yo para detenerles? El momento justo en el que sientes desfallecer, el instante en el que crees ya no poder, es el trabajo que te hace crecer. Ignora cada músculo que grita: ¡para! No escuches los tejidos que te arrastran a no avanzar; mucho menos pongas atención a las neuronas que mandan mensajes constantes de alerta. Porque es ese momento en el que comienzas a ganar, es ese justo instante en que comienzas a fortalecer el cuerpo/alma/espíritu/actitud. No crece cuando la situación es cómoda, no aumenta cuando las circunstancias son favorables; sino que se fortalece cuando todo parece imposible, cuando todo está en tu contra, cuando las cosas parecen no tener remedio, y en el momento en el que la vida parece perdida. Ese es el momento en el cual la vida comienza, eso es lo que te hace mejor persona, mejor ser humano; no esperes que tu actitud crezca si has vivido huyendo de los retos, no esperes que tu vida sea útil cuando te has escondido tras la sombra de lo que sea para no ser visto por los problemas; porque ciertamente, ante las dificultades es que la vida comienza.
No sé si decir que el dolor es placentero, pero estoy seguro que la sensación que hay después de un dolor intenso es lo más delicioso que he sentido en mi vida. La satisfacción que deja el tocar la línea de meta es lo que trae la paz hermosa de sentirse satisfecho, la llenura de saber -tras un pensamiento objetivo y conciso- que estas haciendo las cosas bien, es la emoción mas placentera que he sentido en mi vida. Duele, claro que duele, pero el dolor es lo que nos enseña a ser grandes, a diferenciar entre el miedo y la histeria, entre el control y el desato, entre la cordura y la locura.
Porque el miedo originalmente fue un mecanismo diseñado para alejarnos del peligro, para alertar nuestra vida; pero nunca fue pensado como una cadena que siempre nos mantiene atados a la monotonía, al ser común. Dejemos que el miedo cumpla su función: ofrecernos una opinión de alerta; pero nunca permitas que el miedo te descontrole, que se robe tu cordura, tu calma; no permitas que el miedo se apodere de tus sentimientos, no dejes que invada tus células y controle tu total accionar, porque para entonces, ya habrás perdido las grandes bendiciones que Dios tiene para tí.
Sueña, cree, lucha por esos sueños; la fe es respaldada por las obras, porque sin ellas es muerta. Los sueños son respaldados con trabajo, un sueño sin una base de trabajo es una hoja en blanco, un pensamiento que no llega a ser nunca, más que eso: un sueño; y francamente este mundo ya esta saturado de vagos soñadores, en definitiva, ya no necesitamos añadir uno más.
Aprende a vivir, y vive. Comprende que el vivir no es probar todo lo que existe, sino saber seleccionar entre todo y comer lo que le aprovecha al espíritu. Porque hoy, ciertamente la vida esta corrompida, los conceptos en torno a Dios están mayormente equivocados, y por consecuencia, los modelos de vida que se hicieron pensando en el bien, están muy por debajo de alcanzar el propósito para el que fueron pensados.
Escucha el viento, mira el cielo, siente el calor del sol, observa tu entorno; escucha a las personas, siempre tienen algo que decir (no siempre con palabras, aprende a escuchar con el espíritu); piensa, medita, es excelente hablarle a Dios, alabarle, pero en ocasiones hay que dejarlo que nos hable, hay que poner oido atento a sus palabras; mueve los dedos, parpadea, respira... estás vivo, y esa, oh hermano mío,es una razón suficiente para agradecer a Dios.
Antes de rendirte, piénsalo, tranquilízate, respira hondo, y no te lo permitas, nunca lo permitas, porque en realidad puedes estar a dos pasos de Lograrlo.

En el momento justo que escribía el párrafo que inicia con “Aprende a vivir y vive...”, apareció un lío grande, sucedió algo que me pegó en el corazón y en el ánimo. Lo lógico decía que en ese momento parara de escribir y me fuera a mi cama a pasar una noche larga y triste, pero no fue así, decidí no rendirme. Dolió, dolió mucho, sin embargo, agradezco a Dios todas las cosas malas que me suceden, porque es mediante ellas que cada día me siento más fuerte, más robusto, y más agresivo.

Escribo esto desde mi trinchera, desde mi zona de guerra. Desde el sitio en el que lucho contra el pecado, contra la ignorancia y contra el mismísimo diablo.
Todos los días parece que las provisiones y las municiones se terminan, pero en cualquier momento se aparece mi Dios con más. Todos los días me siento desfallecer, pero me mantiene vivo la idea de que tal vez, en este día, estoy a dos pasos de Lograrlo. Dios les bendiga a todos, buena semana.

sábado, 19 de febrero de 2011

Las necesidades parte 2: "El Amor: una cátedra de lo que Dios nos ordena"

Comienzo citando una frase que me vino a la mente en algún momento mientras meditaba en la palabra y trataba de comprender el verdadero significado del amor: “el amor es algo de lo que se habla mucho, pero se entiende muy poco”. Brutalmente cierto.
Estoy seguro de que si saliera a la calle y tomara una muestra aleatoria de individuos X, y preguntara: ¿sabe qué es el amor? Seguramente el 99% de las personas contestarían afirmativamente. Sin embargo, al pedir que se explicara brevemente lo que es el amor, encontraríamos respuestas como estas: “pues es cuando amas a alguien...”, “es así cuando sientes bonito al ver a alguien”... incoherencias, finalmente. Lo peor del caso, es que encontramos tan a la ligera un “Te amo”, los pobres Te amo´s han venido a ser como cualquier otra frase para agradar el oido de alguien, y han perdido su valor real. ¿Una pequeña muestra? Escribe en el google la palabra “amor” y trata de contar los resultados absurdos que arroja: eso es el significado que el mundo tiene para el amor. No cabe duda que estamos en decadencia.

Emmanuel Espinoza (vocalista de Rojo) dice algo maravilloso en uno de sus conciertos: “todos fuimos creados con un vacio tamaño Dios”. Cierto. Estadísticas mundiales alarmantes muestran porcentajes de depresión y ansiedad a la alza año con año; a esto sumamos los suicidios (que aumentan considerablemente en épocas decembrinas); pongamos también todos los asesinatos que surgen por celos o engaños maritales... la gente está buscando algo que no encuentra, ni encontrará cerca de donde está. El mundo está de cabeza, el mundo necesita Amor. El lunes pasado fue día del amor y la amistad (febrero 14); observé en la calle globos, chocolates, muñecos de peluche, anuncios de felicitación, todo menos verdadero Amor.
Veamos, ¿qué nos dice la biblia del amor?

Primero, Dios define perfectamente en su palabra las características del amor:

1a de Corintios 13:4-7:
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
¿Te das cuenta de cuántas diferencias existen, entre lo que la gente “pretende” como amor, y lo que realmente es el amor? Desmenucemos esto, simplifiquemos:
  • Mito: el amor es simple, cuando dos personas se aman todo es perfecto. Realidad: el amor es sufrido, es difícil el proceso que lleva a una persona a ser capaz de amar, a comprender el verdadero significado del amor, y a poder externar el amor que llevamos dentro.
  • Mito: cuando amas a alguien, debes hacerlo sufrir para que aprenda a valorarte. Realidad: el amor es benigno, es decir, siempre busca el bienestar de la otra persona antes que el propio.
  • Mito: solo debes amar a aquellos que te aman. Realidad: el amor no es envidioso. Es decir, el amor nos hace alegrarnos de la fortuna de otros, y por lo tanto es un sentir que trae paz a nuestros corazones.
  • Mito: siempre te debes hacer respetar, a como dé lugar, porque Tú vales mucho. Realidad: el amor no es jactancioso. Cuando hay un amor real se entiende perfecto que como hijos de Dios tenemos un valor inigualable, pero esto no significa que seamos soberbios o nos sintamos superiores a nadie, porque la biblia es clara cuando nos dice: Mat 20:27: y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo.
  • Mito: cuando amas a alguien, debes estar dispuesto a hacer lo que sea. Realidad: el amor no hace lo indebido. Primero que nada, debemos recordar que nos debemos a nuestro creador y que por encima de todo estamos sujetos a sus leyes; por lo tanto, cuando una persona te incita a hacer algo incorrecto, es alguien que no vale la pena en lo absoluto, y no obstante, es alguien que te llevará a la perdición.
  • Mito: “te amo, pero no olvido lo que me hiciste”. Realidad: el amor no guarda rencor. La mejor manera de expresar nuestro amor es proyectando el amor que Dios ha tenido hacia nosotros; por lo tanto, si Dios ha sido misericordioso en gran manera con nosotros, ¿quienes somos para no serlo con nuestros semejantes? Aunado a que el rencor que se guarda carcome el espíritu y la salud de nuestro cuerpo. Aprendamos a perdonar.
  • Mito: el amor es puro placer. Realidad: el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo soporta, todo lo espera. En pocas palabras, el amor es incondicional, y sí, hermano mío, es complicado.

Segundo, ¿hacia quién o qué debemos nuestro amor?

a) Hacia nuestro Dios: Mateo 22:37-38: Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.

Antes de pensar siquiera en amar a una persona, debemos tener en nuestro corazón el ejemplo único del amor puro y perfecto: el Amor de Dios. No es posible ofrecer algo que no tenemos; no podemos vender zapatos si no tenemos un stock de zapatos. Antes de pensar en cualquier cosa, debemos comprender el Amor de Dios hacia nosotros: “de tal manera amó Dios al hombre, que ha dado a su hijo unigénito para que el que en Él cree no muera, más tenga vida eterna”. ¿Una mayor muestra? No lo creo.
El amor que Dios tiene hacia el hombre es puro y perfecto: 1Jn 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Dios mismo es amor, lo que significa que si no conocemos a Dios no podemos amar, porque tampoco conocemos el amor. No podemos expresar algo que no entendemos, que ni si quiera conocemos.

b) Hacia nuestros hermanos: 1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Tenemos la firme obligación de amar a nuestros hermanos, de servirles y de mostrar siempre un apoyo, conforme al amor que Dios ha tenido hacia nosotros.

Conclusión:
Cuando conocemos a Dios, conocemos el amor. Cuando amamos a Dios, entendemos el significado del verdadero amor y podemos vivir en armonía con el resto de nuestro entorno. Una persona que ha comprendido el amor y la misericordia de Dios en su vida, es una persona totalmente íntegra, capaz de amar a las demás personas, y suficientemente apta para alumbrar el mundo, no con su amor, sino con el amor que Dios ha puesto en él.
Gracias por seguir este humilde espacio, esperando que estas sencillas líneas sean de Bendición me despido, Dios te bendiga, y nos leemos el próximo sábado.

sábado, 12 de febrero de 2011

Las necesidades parte 1: "El dinero: ¿qué, cómo y cuánto?

Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. (1a de Timoteo 6:8-10)La semana pasada uno de los miembros de mi iglesia me dijo: "Horacio, sería bueno que recibieramos un estudio sobre las necesidades que tenemos como creyentes...". En cierta forma, lo escuché tratando de escudar o de justificar el pecado en nuestra vida, a lo que respondo con el inicio de un estudio que dividiremos en cuatro partes. Por medio del mismo, trataré de demostrar (con la ayuda de Dios) que el Señor está al pendiente de nuestras necesidades como hijos, y que al mismo tiempo ha diseñado un sistema totalmente perfecto para que podamos vivir alejados del pecado, en el cual no existe una razón válida para justificar nuestro mal accionar.
En primer lugar, hablaremos del dinero. El dinero, como bien lo saben se ha convertido en una necesidad básica para cualquier persona que viva en este mundo (porque ciertamente la palabra nos dice que NO somos de este mundo, sin embargo vivimos en este mundo). Hoy ante un panorama sombrío, en donde la especulación hace que los mercados se muevan de manera que los que menos tienen son los afectados, en un mundo en el que encontramos tanta escasez, es necesario que giremos a la palabra de Dios para ver lo que su voluntad habla al respecto. Cabe mencionar que la biblia esta llena de ejemplos en los que se menciona el dinero y la perspectiva que debemos tener respecto a él, pero en este estudio trataremos de abordar algunos puntos que me parecen reelevantes y que considero es importantísimo tomar en cuenta.
Como inicio, es indispensable borrar de nuestras mentes el falso concepto que tienen algunos creyentes al decir que el dinero "es malo". El dinero, mi hermano, es un elemento totalmente amoral, es decir, carece de una orientación: el dinero no es, ni malo, ni bueno. La cuestión es el enfoque mismo que nosotros le damos. La palabra es clara en 1a de Timoteo 6:10: "la raiz de todos los males es el AMAR al dinero...". Palabra clave: AMAR. Por lo tanto, Dios aborrece que el hombre ame al dinero, porque esto se convierte en idolatría y el creyente que ama el dinero sin saberlo cae en dicho pecado.
Ahora: Dios quiere que poseamos dinero, pero no nos confundamos. El Señor al ser el dueño del oro y de la plata esta dispuesto a suplir toda necesidad, pero no todo capricho. Dios nos dice por medio de su palabra (ej. Hageo 5:8 y Deut. 8:18) que el nos da cierto derecho para poseer dinero; pero, al mismo tiempo nos da una serie de principios que debemos seguir para ser candidatos viables a recibirlo, algo así como una receta de cocina muy simple.

1) El primer principio es simple, y se llama TRABAJAR. Dios aborrece la flojera y la holgazanería. La palabra lo dice en 1a de Timoteo 5:8 "porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". ¿Así, o más claro? Es fundamental trabajar para que el Señor bendiga nuestra economía. Así mismo, el trabajo del creyente debe ser siempre apegado a los principios y doctrina que el Señor nos ha dado; el Señor no bendice el trabajo deshonesto y tampoco bendice el ingreso producto de actividades que van en contra de las enseñanzas que nos ha dado. El trabajo es el primer principio que el Señor nos brinda para hacer dinero.

2) En segundo lugar, encontramos al AHORRO como principio clave para que el Señor bendiga cualquier economía. Es algo complejo mencionar esto, porque se puede confundir con el atesoramiento, lo cual es un pecado; sin embargo, Dios nos llama a ser previsores, y económicamente hablando el ahorro representa la previsión. Proverbios 21:20 nos menciona: "Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa". El sabio trabaja con un margen de holgura, siempre esta listo para cualquier inconveniente y absolutamente nada le sorprende. El ahorro representa una manera de obedecer a Dios, en el sentido que, estando prevenidos, dificilmente nuestra fe será dispersada por factores económicos. No existe una cuota para ahorrar, en todo caso Dios ve nuestra actitud y bendice los graneros del siervo que le es fiel en todo sentido.

3) En tercer lugar, esta la administración. Dios es un dios de órden, por lo que el nos llama a mantenernos bajo un régimen totalmente planificado. El sabio se guía por medio de la planeación, es decir, todos y cada uno de sus movimientos son finamente calculados y premeditados. Sugerencia: elabora una lista de prioridades básicas como son ofrendas, gastos fijos (renta, electricidad, agua, alimentos, traslados, etc.), fondo de ahorro, y cualquier otro gasto que es necesario cubrir. Dios nos llama a mantener un órden en nuestros egresos, y nosotros al hacer esto obtendremos grandes beneficios y control sobre los bienes que el Señor nos ha dado a administrar.

¿Hay escasez en tu bolsillo? Hay que hacer un autoanálisis, ya que Dios puede utilizar esta situación para diciplinar nuestras vidas. Dios utiliza la escasez para mostrarnos alguna lección, para reprendernos, o simplemente para formarnos como mejores personas. Pablo habla en la carta a los Filipenses 4:12:  "Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad". Esto mismo es lo que Dios pretende para nosotros: no vivir en pobreza y en miseria, sino siervos que saben gozarse en la austeriad como en la abundancia; siervos que le den gloria sin importar lo mucho o poco que poséan; hijos que le alaben a pesar de sus tribulaciones. Esto es lo que Dios ama, y esto es lo que Dios pretende de nosotros cuando pasamos por escasez. Te invito a que reflexiones, que analices tu vida, que sepas de gente en el mundo que está muriendo de hambre, de personas que no tiene un techo o un sustento... te invito a que la próxima vez que te pongas delante de Dios para quejarte, lo pienses muy bien y te sientas avergonzado.
Nunca hay que olvidar que aquello que Dios nos ha dado no nos pertenece del todo, sino que somos administradores de los bienes del Él, y tal como administradores debemos eficientar el rendimiento de cada cosa que le pertenece a Dios.

El Señor les bendiga, y esperen el siguiente sábado la parte 2 de este estudio. Gracias.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Rola de la semana: "Mi día" (de Jesús Adrián Romero). Para escucharse a eso de las 7 am

Una conjunción de exquisitos acordes en círculo, con una armonía agradable, un arpegio de guitarra sencillamente delicioso, y la inconfundible voz de Jesús Adrián: la combinación para formar una serie de notas musicalmente atractivas para cualquier oido (fino o retraido, no importa).
Sin embargo, eso no es lo más importante de una canción; a mi manera de ver, el elemento clave es el mensaje que ésta transmite, el cual no podría existir sin la maravillosa unción de Dios. Temas que nos inspiran a correr al Padre y entregarnos en adoración a Él; o que causan un gozo mezclado con paz y euforia permanentes (combinación brutal). Estos, son temas que realmente valen la pena.
"Mi día", sin duda nos lleva por un mensaje claro: entregar nuestro día a Dios. Ante esto, no solamente comenzamos de su mano, sino que nos aseguramos de que todo salga bien.
De unos meses para acá, he incursionado en una "misteriosa" práctica que me ha rendido frutos increibles: la Oración Matutina. Y digo "misteriosa", porque tal pareciera que es algo que los cristianos no conocemos (o fingimos no conocer); tristemente miles de Cristianos salen de su casa cada día sin la cobertura expresa del Señor, y es cierto que Él nos guarda en todo momento, pero de la misma forma se goza en nuestras oraciones. La Oración Matutina es una forma de pedir al Señor que nos acompañe a donde quiera que vayamos, que se manifieste en cualquier cosa que realicemos, y por supuesto que nos guarde de todo mal durante el día; es algo como salir a la calle con un desayuno tremendamente balanceado, y además, delicioso.
Los resultados que he experimentado: mayor resistencia a las tentaciones pecaminosas, mayor comprensión de la Palabra de Dios, mayor concentración en la oración, y lo más buena-onda: estar de buenas durante todo el día (y miren que a este mundo le urge gente "de buenas").
Mi hermano, esta canción es un buen pretexto para comenzar el día de la mano de nuestro Creador. No olvides tomar tu porción matutina, el desayuno es el alimento más importante del día! Dios te bendiga,  gracias a aquellos que visitan, comentan y/o siguen este humilde espacio dedicado a nuestro Dios. El sabadito se sirve plato Fueeeeerrteeeeee! No te lo pierdas :)

sábado, 5 de febrero de 2011

Pecar "a propósito": ¿a quién le gusta que le vean la cara?

Es viernes por la noche. "Jorge" sale del culto de jóvenes, con algo de gozo, con algo de sueño. Se dirige a su casa pensando en su ansiado sábado tras una semana larga de escuela y tareas. Suena su teléfono:
-Bueno.
-Hey Jorge, qué vamos a hacer hoy.
-No sé, voy saliendo de... de... una cena... sí, una cena con unos amigos de mis padres, ya sabes, qué aburrición.
-Ok, es cumpleaños de Katy, la chica que te gusta! Vamos a ir a un bar a tomar unos whiskies o algo, ¿vienes?
-No se, estoy un poco cansado...
-¡Anda!
-Ok, voy para allá.
Jorge piensa, se siente un poco culpable. Viene a su mente Pedro negando a Jesús, también aquel versículo (que no tiene idea dónde está) que habla de que si negamos a Dios él nos negará a nosotros... ¡qué sé Yo! No importa, porque el sentimiento de culpa termina en cuanto llega al bar y observa a la espectacular Katy entallada en unos jeans y un escote que juguetea con su espalda. Jorge se sienta a la mesa. Jorge ¿te sirvo? -le pregunta Katy- Mmm... bueno, solo me tomo una. Katy pone unos cuantos hielos en un vaso, sirve algo de whisky y un poco de agua mineral. Jorge comienza a sentirse en "ambiente" y se toma dos, tres, cuatro... está hebrio. Mira la hora: 4:00 AM y dice: "me voy". Se levanta de la mesa tambaleante, y camina su auto del mismo modo. Entonces comienza el juego en su mente, pensamientos sucios, deseos desbordados, acompañados de una voz que le dice: ¿qué estás haciendo? Pero ahora el juego no importa mucho, porque sabe que en cuanto la resaca venga en un par de horas, y el alcohol haya dejado su rastro inevitable, Jorge doblará sus rodillas y sentirá arrepentimiento, pedirá perdón a Dios, y se levantará "temprano para el culto de oración sabatino".

"Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios..." (Hebreos 10:26-27).

Pecar deliberadamente, nos dice el texto. Inicio con la pregunta que anoté como título: ¿a quién le gusta que le vean la cara? Definitivamente no es mi caso, y creo que no es el caso de nadie; por lo tanto, tampoco es el caso de Dios.

Definitivamente, debemos pensar dos veces -o tres, quizás- cuando decidimos voluntariamente hacer el mal. Ciertamente Dios es amor, cierto también que Dios perdona todas nuestras ofensas, y que no existe nada en el mundo que no pueda ser redimido y limpiado por la Sangre del Cordero. Pero de la misma forma, la biblia nos habla de que Dios es fuego consumidor. El pasaje que estamos analizando lo cita claro: "fuego que ha de devorar".

Es muy común encontrarnos con "cristianos" conocedores de la palabra, sabedores de la misericordia de Dios y de su perdón inagotable, pero que tristemente, siguen buscando el mal. Sin embargo la biblia nos describe el destino de estos: "una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios". No es recomendable jugar con la misericordia de Dios; no solamente no es recomendable, es totalmente aborrecible aprovecharse de la cualidad paciente de Dios y permanecer deliberadamente en situaciones que sabemos ofenden a Dios. ¿Sigues creyendo que le podemos ver la cara? No lo creo.

Recientemente escuchaba en youtube un testimonio de personas que visitaron el infierno -en el espíritu, claro está- . Y llamó mi atención una parte en la que menciona "cristianos" ardiendo en el infierno. Es una pena que conociendo la verdad, y sabiéndonos partícipes de ella sigamos cometiendo las mismas faltas que cuando estuvimos en nuestra ignorancia. Es inconcebible que alguien que asiste a recibir el Alimento Espiritual siga siendo parte de abominables actos. Evidentemente es el fin que les espera a aquellos que no quieren abandonar los actos de la carne y buscar la real comunión con el Señor. Para un impío es una pena perder su alma, pero para un cristiano, es un verdadero insulto.

Hermano, te invito a que te pongas a cuentas con el Señor. Que pongas delante de él todas esas cosas, vicios, pensamientos, acciones, que no has podido dejar de lado. El Señor pesa los corazones, él sabe que tienes el deseo, pero que tus fuerzas no te dan a más. Pon ese pecado delante de él, arrepiéntete, y clama para que Él haga su obra en tu vida. Esfuérzate y sé valiente, dice el Señor. Dios te Bendiga.