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sábado, 19 de febrero de 2011

Las necesidades parte 2: "El Amor: una cátedra de lo que Dios nos ordena"

Comienzo citando una frase que me vino a la mente en algún momento mientras meditaba en la palabra y trataba de comprender el verdadero significado del amor: “el amor es algo de lo que se habla mucho, pero se entiende muy poco”. Brutalmente cierto.
Estoy seguro de que si saliera a la calle y tomara una muestra aleatoria de individuos X, y preguntara: ¿sabe qué es el amor? Seguramente el 99% de las personas contestarían afirmativamente. Sin embargo, al pedir que se explicara brevemente lo que es el amor, encontraríamos respuestas como estas: “pues es cuando amas a alguien...”, “es así cuando sientes bonito al ver a alguien”... incoherencias, finalmente. Lo peor del caso, es que encontramos tan a la ligera un “Te amo”, los pobres Te amo´s han venido a ser como cualquier otra frase para agradar el oido de alguien, y han perdido su valor real. ¿Una pequeña muestra? Escribe en el google la palabra “amor” y trata de contar los resultados absurdos que arroja: eso es el significado que el mundo tiene para el amor. No cabe duda que estamos en decadencia.

Emmanuel Espinoza (vocalista de Rojo) dice algo maravilloso en uno de sus conciertos: “todos fuimos creados con un vacio tamaño Dios”. Cierto. Estadísticas mundiales alarmantes muestran porcentajes de depresión y ansiedad a la alza año con año; a esto sumamos los suicidios (que aumentan considerablemente en épocas decembrinas); pongamos también todos los asesinatos que surgen por celos o engaños maritales... la gente está buscando algo que no encuentra, ni encontrará cerca de donde está. El mundo está de cabeza, el mundo necesita Amor. El lunes pasado fue día del amor y la amistad (febrero 14); observé en la calle globos, chocolates, muñecos de peluche, anuncios de felicitación, todo menos verdadero Amor.
Veamos, ¿qué nos dice la biblia del amor?

Primero, Dios define perfectamente en su palabra las características del amor:

1a de Corintios 13:4-7:
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
¿Te das cuenta de cuántas diferencias existen, entre lo que la gente “pretende” como amor, y lo que realmente es el amor? Desmenucemos esto, simplifiquemos:
  • Mito: el amor es simple, cuando dos personas se aman todo es perfecto. Realidad: el amor es sufrido, es difícil el proceso que lleva a una persona a ser capaz de amar, a comprender el verdadero significado del amor, y a poder externar el amor que llevamos dentro.
  • Mito: cuando amas a alguien, debes hacerlo sufrir para que aprenda a valorarte. Realidad: el amor es benigno, es decir, siempre busca el bienestar de la otra persona antes que el propio.
  • Mito: solo debes amar a aquellos que te aman. Realidad: el amor no es envidioso. Es decir, el amor nos hace alegrarnos de la fortuna de otros, y por lo tanto es un sentir que trae paz a nuestros corazones.
  • Mito: siempre te debes hacer respetar, a como dé lugar, porque Tú vales mucho. Realidad: el amor no es jactancioso. Cuando hay un amor real se entiende perfecto que como hijos de Dios tenemos un valor inigualable, pero esto no significa que seamos soberbios o nos sintamos superiores a nadie, porque la biblia es clara cuando nos dice: Mat 20:27: y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo.
  • Mito: cuando amas a alguien, debes estar dispuesto a hacer lo que sea. Realidad: el amor no hace lo indebido. Primero que nada, debemos recordar que nos debemos a nuestro creador y que por encima de todo estamos sujetos a sus leyes; por lo tanto, cuando una persona te incita a hacer algo incorrecto, es alguien que no vale la pena en lo absoluto, y no obstante, es alguien que te llevará a la perdición.
  • Mito: “te amo, pero no olvido lo que me hiciste”. Realidad: el amor no guarda rencor. La mejor manera de expresar nuestro amor es proyectando el amor que Dios ha tenido hacia nosotros; por lo tanto, si Dios ha sido misericordioso en gran manera con nosotros, ¿quienes somos para no serlo con nuestros semejantes? Aunado a que el rencor que se guarda carcome el espíritu y la salud de nuestro cuerpo. Aprendamos a perdonar.
  • Mito: el amor es puro placer. Realidad: el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo soporta, todo lo espera. En pocas palabras, el amor es incondicional, y sí, hermano mío, es complicado.

Segundo, ¿hacia quién o qué debemos nuestro amor?

a) Hacia nuestro Dios: Mateo 22:37-38: Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.

Antes de pensar siquiera en amar a una persona, debemos tener en nuestro corazón el ejemplo único del amor puro y perfecto: el Amor de Dios. No es posible ofrecer algo que no tenemos; no podemos vender zapatos si no tenemos un stock de zapatos. Antes de pensar en cualquier cosa, debemos comprender el Amor de Dios hacia nosotros: “de tal manera amó Dios al hombre, que ha dado a su hijo unigénito para que el que en Él cree no muera, más tenga vida eterna”. ¿Una mayor muestra? No lo creo.
El amor que Dios tiene hacia el hombre es puro y perfecto: 1Jn 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Dios mismo es amor, lo que significa que si no conocemos a Dios no podemos amar, porque tampoco conocemos el amor. No podemos expresar algo que no entendemos, que ni si quiera conocemos.

b) Hacia nuestros hermanos: 1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Tenemos la firme obligación de amar a nuestros hermanos, de servirles y de mostrar siempre un apoyo, conforme al amor que Dios ha tenido hacia nosotros.

Conclusión:
Cuando conocemos a Dios, conocemos el amor. Cuando amamos a Dios, entendemos el significado del verdadero amor y podemos vivir en armonía con el resto de nuestro entorno. Una persona que ha comprendido el amor y la misericordia de Dios en su vida, es una persona totalmente íntegra, capaz de amar a las demás personas, y suficientemente apta para alumbrar el mundo, no con su amor, sino con el amor que Dios ha puesto en él.
Gracias por seguir este humilde espacio, esperando que estas sencillas líneas sean de Bendición me despido, Dios te bendiga, y nos leemos el próximo sábado.

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